AMANTE DE BARRY BONDS DICE NO FUNCIONA NI CON VIAGRA



NUEVA YORK. En los días antes de que se tornara violento, antes de que amenazara a Kimberly Bell de levantarla por la cabeza y dejar su cuerpo en una zanja, Barry Bonds se paraba frente a un espejo y se enojaba por la forma en cómo los esteroides habían cambiado su cuerpo.
Su cuerpo había crecido densamente, su espalda estaba marcada con acné, su cabello se había caído y sus testículos se habían encogido cuando Bonds le preguntó a su antigua amante si ella pensaba que alguien sospecharía que él estaba en el "jugo" (esteroides).
"¿Luzco hinchado?", quería saber Bonds. "¿Luce divertido? ¿Crees que esto es obvio?".
Bell habló con el Daily News durante una amplia entrevista para promocionar un artículo de seis páginas con fotos desnudas que saldrá publicado hoy en la edición de noviembre de la revista Playboy.
Pero nadie, ni oficiales de Major League Baseball, ni de los Gigantes de San Francisco, ni ningún compañero o entrenadores cuestionó al rey de los jonrones.
"No veo cómo nadie pudo haberlo sabido, pero todo el mundo miraba para otro lado", dijo Bell, quien aseguró que el toletero le admitió a ella haber usado el "jugo" en 1999. "Creo que nunca consideró a dónde lo llevaría esto y mientras él estuviera vendiendo tickets, los Gigantes se lo iban a suministrar", afirmó.
Bell también abasteció a Bonds: Ella dijo a Playboy que Bonds no era un Todo Estrella en la habitación. "Cuando está tratando con alguien que es así de egoísta, con ese tipo de ego, aprendes a exagerar tus reacciones para hacerlo sentir mejor a él". La vida sexual realmente se cayó, no obstante, cuando Bonds comenzó a utilizar esteroides, impulsado por los celos con Mark McGwire, quien comenzó a recibir la atención de la prensa por su búsqueda del récord de jonrones de Roger Maris.
Bell le dijo a Playboy que Bonds sufría de disfunción sexual, uno de los efectos del uso de esteroides. Él intentó con Viagra varias veces, pero no le gustaba porque afectaba su visión y tupía su nariz.
Bell dijo que se enamoró con una inclinación del carismático Bonds en 1994. Era joven y soltera, él se había divorciado de su primera esposa y ambos tenían heridas emocionales de su niñez.
Bell creció sin su padre; el padre de Bonds, Bobby, estaba distante emocionalmente. Ella le ofreció a Bonds un apoyo para recostarse cuando la presión de superestrella presionaba. Él se convirtió una figura paterna, un gran protector.
La relación comenzó a caer después de que Bonds empezó a usar esteroides. "(el entrenador Greg) Anderson siempre estaba en los campos de entrenamientos con nosotros, a dondequiera que íbamos. Barry se acostumbró a tener una pequeña bolsa y en la mañana decía 'hey, necesito ir a hablar con Greg'. Ellos tomaban la bolsa e iban dentro de una habitación y entonces yo escuchaba la cerradura de la puerta".
Bell dijo que tuvo una exitosa carrera como diseñadora gráfico durante su relación de más de nueve años con Bonds. Dijo que el toletero le compró una casa en Scottsdale, Arizona, al final de la relación y le dio miles de dólares para el hogar, aunque luego dejó de hacer los pagos como había prometido.
- Michael O'Keeffe - NY Daily News (Versión Nathanael Pérez Neró)

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