Un fuerte brote de conjuntivitis viral le ha seguido los pasos a la reciente depresión tropical que, luego de pasar por Puerto Rico, tocó tierra dominicana con intensas lluvias. Esta molesta enfermedad afecta la productividad por la ausencia laboral que causa y además es altamente contagiosa.
El oftalmólogo Juan Ubiera, del Centro Láser, explica que conjuntivitis no es más que la inflamación de la membrana conjuntiva del ojo, la que forra la parte blanca del globo ocular. Según apunta, esta puede ser viral, bacteriana, alérgica o química.
Las virales son las más frecuentes. “Son producidas por los adenovirus que colonizan otros órganos como la garganta y están asociados a las gripes”, dice Ubiera. La conjuntivitis bacteriana, en cambio, la causan bacterias como el estafilococo.
La conjuntivitis alérgica aparece sólo en temporadas específicas y se caracteriza por ardor y marcada sensación de cuerpo extraño. Mientras que la química la causa el contacto con algún agente químico externo.
Síntomas y tratamiento
Si usted padece conjuntivitis experimentará enrojecimiento del ojo, lagrimeo y secreción abundante, sensación de cuerpo extraño o arenilla y fotofobia, “lo que se conoce como molestia producida por la luz”.
Aunque sus síntomas son de tratamiento sencillo, es una enfermedad altamente contagiosa, sobre todo si se trata de los tipos bacteriano o viral, que son además los más frecuentes.
Apenas note alguno de los síntomas, Ubiera recomienda asistir de inmediato al oftalmólogo “para que evalúe el caso, determine de qué tipo de conjuntivitis se trata y así se prescriba el tratamiento adecuado”.
La conjuntivitis viral no necesita medicamentos “porque ninguno la cura”, dice el especialista. Como la gripe, esta dolencia se combate aliviando los síntomas y esperando a que pasen unos siete a 10 días.
Si, en cambio, es bacteriana sí requiere medicación (antibióticos), que debe ser indicada por un especialista. “Ante la presencia de conjuntivitis nunca tape el ojo afectado. Esto inhibe el parpadeo y lagrimeo, mecanismos de defensa del ojo”, refiere Ubiera.
Evitando el contagio
Para evitar el contagio, es vital que tanto sanos como enfermos entiendan que:
- El enfermo debe aislarse y no frecuentar espacios concurridos y cerrados
- El enfermo debe evitar tocarse los ojos, pues si lo hce expande el virus
- Tanto sanos como enfermo deben lavarse las manos frecuentemente
- En tiempos de lluvia mantenga una reserva de agua purificada, evite la de fuentes externas como la cisterna, el acueducto o un tinaco, pues pueden estar contaminadas.
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