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BEISBOLAZOS DEPORTIVOS
Eddie Gaedel "El jugador más pequeño de las Grandes Ligas"
El béisbol dentro de sus cimientos contiene una gama de hechos e historias interesantes que sobrepasan la línea del pensamiento humano. No es tan solo un juego si no un instante lleno de aventuras que se intercalan en la vida de cada jugador dando ese 101% en favor de su equipo y fanaticada. El señor fanático sin lugar a dudas es el fiel seguidor de este pasatiempo cuyo esplendor conquista su mente y los guía por el espacio del mundo deportivo alcanzando momentos gratificantes lleno de sabor a béisbol.
Anécdotas, curiosidades, casos y cosas son la orden del día de éste deporte que data de tiempos pasados y aflora emociones a granel teniendo en cuenta una infinidad de actores que se disparan a un terreno de juego para vislumbrar dos alternativas "constantes y sonantes" llamadas victorias y derrotas.
Uno de esos actores raros por demás apareció en el año 1951, su nombre Eddie Gaedel, un enanito que tomó parte en un partido de béisbol a nivel de Grandes Ligas. Bill Veeck otra vez se la "sacaba de la manga", era un dueño de equipo con una mente privilegiada que siempre estaba dispuesto a dar un espectáculo de grandes kilates "costara lo que costara". Su visión iba más allá de las expectativas estipuladas siendo un gran anfitrión.
En esta ocasión trajo a Eddie Gaedel un enanito que trabajaba en circos y ferias de la época y no sabía nada acerca del béisbol. Veeck le ofreció 100 dólares (una fortuna en 1951) y la oportunidad de ser un inmortal de este deporte.
Todo estaba preparado y llegó el día, estaba asignado un doble juego en San Luis entre los Tigres de Detroit y los Carmelitas. Era una tarde de fiesta donde al finalizar el primer partido le llevaron un bizcocho gigante al dirigente Zack Taylor de donde saltó Gaedel portando un pequeño uniforme con el número 1/8 en sus espaldas.
Todo el mundo estaba admirado al ver aquel hombre diminuto que parecía un niño de 12 años.
Al comenzar el segundo juego y al cierre del primer episodio, San Luis pidió tiempo para anunciar un bateador emergente por Frank Saucer, el número 1/8 Eddie Gaedel.
En el estadio hubo un silencio y estalló el asombro, nadie lo creía. El enanito se adelantó al cajón de los bateadores, pero el árbitro principal detuvo el juego. El dirigente Zack Taylor sabía lo que venía y le mostró al árbitro la copia de los documentos de inscripción que habían sido enviados a la oficina de la liga, para que llegaran justo a la hora de cierre del viernes y nadie los viera. El árbitro dejó consumir su turno a Gaedel. Veeck, "viejo zorro" le dijo a Gaedel (de 37 pulgadas de altura) que se agachara al tomar su posición de bateador, su "zona de strike" era de pulgada y media de alto. El enanito se había empapado de béisbol los días anteriores, conocía la tremenda fama de DiMaggio, y copió su estilo erguido de batear.
Veeck le comentó a Gaedel, no le hagas swing a ningún lanzamiento, vas a esperar la base por bolas, "tengo francotiradores en el techo del estadio, le haces swing a la bola y eres hombre muerto". No hizo falta, puesto que el lanzador Bob Cain utilizó su velocidad normal buscando control y el primer rectazo de humo pasó cerca de Gaedel y lo paralizó. Después de dos bolas malas, el receptor Bob Swift se acosto para bajar el blanco, y ya para entonces la fanaticada gritaba y pataleaba y lloraba de risa. Gaedel recibió pasaporte gratis y partió hacia la inicial haciéndole reverencias al público durante el trayecto. Lo reemplazó el titular Jim Delsing en primera y terminó la carrera de Grandes Ligas de Eddie Gaedel.
El lunes, el presidente y de la liga mandó a borrar a Gaedel de los libros de récord, para no permitir la payasada. Si hace eso el payaso es usted, respondió furioso Veeck. eso quiere decir que no hubo bateador, que no hubo base por bolas y que no hubo corredor emergente. "Entonces las hojas de anotaciones no significaran nada de ahora en adelante". Gaedel fue restituido, y Veeck cumplió su promesa, el enanito es un inmortal de este deporte.
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