RECORDANDO A UN GRANDE




Francisco Alberto Caamaño Deñó (nació 11 de junio 1932 – murió 16 de febrero 1973) fue militar y héroe dominicano que ocupó la presidencia de la República Dominicana en abril de 1965. Fue hijo del General Fausto Caamaño Medina, fallecido en 1986.

Vida previa ala Revolución

Su padre era un prominente militar durante la dictadura del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, y llegó a recibir las más altas condecoraciones del Régimen, ostentanto, incluso, el cargo de Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas (Ministro de Defensa) desde 1952 a 1955. La familia de su padre es originaria del municipio de San Juan de la Maguana, lo que revela que en su árbol genealógico constan otras personalidades militares como Plutarco Medina (1889-1983), conocido por su enorme descendencia, y otros como Jorge Casimiro Fernández Medina, que fue un destacado teniente coronel del Ejército Nacional. Gracias a la influencia de su acentuada parentela militar, Francisco Alberto se destacó en una eficiente y esmerada vocación de servicio a las instituciones castrenses de su patria, ingresando muy joven a la Marina de Guerra Dominicana, donde se graduó de alférez y avanzó rápido en el escalafón militar. Durante los ultimos años de la Era de Trujillo, Caamaño comandó el Cuerpo de Cascos Blancos de la Policía Nacional.

Papel en la Revolución de Abril de 1965
Véase también: Guerra civil en la República Dominicana de 1965
Caamaño decide combatir al Triunvirato; desde Puerto Rico el profesor Juan Bosch, delega sus derechos constitucionales a Caamaño y el Congreso se reúne en emergencia para proclamarlo como presidente constitucional de la República, luego del derrocamiento del profesor Juan Bosch, ocurrido el 25 de septiembre de 1963. Con el estallido de la Revolución de Abril y luego de la muerte de su amigo, el también coronel Rafael Fernández Domínguez, en 1965, Caamaño toma parte protagónica en los movimientos revolucionarios y fue proclamado Presidente de la República por el Congreso Nacional en 1965, en plenos combates. Ante la inminente invasion estadounidense con el pretexto de proteger vidas y bienes de ciudadanos estadounidenses, y la llegada de la 82 división aerotransportada de la Armada de los Estados Unidos, con 42 mil marines, Caamaño se traslada a la embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo para pedir la no intervencion de esa nacion y negociar la paz, la respuesta que recibe del embajador es que Camaño no está en calidad de negociar, si no de rendise, éste a su vez le contesta de la siguiente manera: "Pues permítame decirle que no nos rendiremos y que lucharemos hasta el final".

Vida tras la Revolución de Abril
Véase también: Joaquín Balaguer

Luego de las negociaciones del cese al fuego, Caamaño deja el poder en manos de Hector García Godoy, quien prepararía la transición a la democracia. En 1966 el doctor Joaquín Balaguer, apoyado por el Cuerpo de Marines de Estados Unidos que invadieron la Republica Dominicana durante la Revolución de Abril, enviados por la Organización de Estados Americanos (OEA), gana las elecciones generales. Balaguer gobernó la República Dominicana hasta 1978. Durante su régimen de 12 años fueron asesinados algunos jóvenes, entre ellos, Henry Segarra, Amin Abel Hasbún, Dr. Guido Gil, Maximiliano Gómez -el Moreno-, Amaury Germán Aristy y sus compañeros del grupo Los Palmeros,etc.



En Londres, Caamaño decide volver al país y derrocar al gobierno dictatorial de Balaguer, que asesinaba sin piedad a la juventud revolucionaria en la República Dominicana; para ello se trasladó a Cuba en donde comienza a reclutar a los hombres que lo acompañarían en su proyecto guerrillero, a pesar de las numerosas deserciones, logra mantener a ocho aguerridos hombres que estan dispuestos a jugarse la vida para derrocar a Balaguer.

Destitución

Cuando Hector García Godoy, tomó la presidencia de la República en 1965 - 1966, Caamaño fue nombrado como agregado militar con sede en Londres, y años después la prensa española afirmó que Caamaño no se encontraba en ese país y el presidente Joaquín Balaguer, en una alocución se refirió de la siguiente manera: La actitud asumida por el coronel Francisco Caamaño Deño, empieza a esclarificarse a la luz de las denuncias hechas en la prensa nacional, por los propios seguidores de su ideología política, abre el camino a hacia una solución justa y adecuada de este asunto espinoso; Francisco Caamaño Deño queda desde este instante separado de las filas de las Fuerzas Armadas

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