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Naciendo entre artistas (su padre, Héctor Mejía, es fotógrafo y su madre, Carmen Sepúlveda, cantante), Héctor Guillermo Mejía Sepúlveda mejor conocido como “Memo”, abraza sus estudios universitarios en la Universidad Central del Este en el año 1985 hasta graduarse de arquitecto.
De ahí, la gran visión desarrollista que viene aportando al pueblo que lo vio nacer, involucrándose en proyectos de toda índole, con resultados de vista al público como son los edificios Krismely, Rey, el monumento al Padre Abreu y el parque Juan Pablo Duarte de esta ciudad. Además, del estadio de softbol, la Casa Club y la Plaza del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia) en La Romana.
Durante la gestión del ex presidente Hipólito Mejía, Memo se involucró activamente en una propuesta sobre lo que sería el Malecón de La Romana, llegando a presentar su maqueta y conseguir la aprobación, pero esas aspiraciones se quedaron truncas. Él aún espera con ansias que este gobierno retome una de las mejores opciones de esparcimiento que estarían funcionado en esta ciudad.
En la actualidad se encuentra trabajando en lo que sería el nuevo local del palacio municipal romanense, que estará ubicado en las inmediaciones del sector Quisqueya por la avenida Caamaño Deñó.
“Nuestra provincia va desarrollándose vertiginosamente hacia el oeste, donde están los terrenos disponibles y tenemos que pensar en los próximos diez años. El casco urbano estará centralizado en ese sector. Ya le expusimos el caso al incumbente municipal José Ramón Reyes, con la finalidad de crear las expectativas que creemos son convenientes”, refiere.
Mejía define a La Romana como una gran metrópolis, con edificaciones modernas, donde las inversiones turísticas ocupan el primer orden dadas las condiciones excepcionales y naturales que tenemos y manifiesta que hay que mejorar la parte urbana, haciendo las transformaciones que la conviertan en un gran patrimonio cultural.
Sobre la construcción de la plaza turística artesanal que se construye en lo que era el mercado municipal, dijo que la misma no procede en ese lugar. “El sitio ideal debe ser donde está la fortaleza, porque así el turista que nos visite por el puerto, estaría viendo inmediatamente los objetos que a ellos les gusten. Pienso que donde está en la actualidad bien podría servir para oficinas públicas”, comentó.
Su gran anhelo como arquitecto es ver cumplir la Ley 322 de la representación que debe tener el ingeniero y arquitecto dominicano en todas las infraestructuras turísticas del país, ya que dicha ley está siendo violada constantemente al colocar ingenieros extranjeros, especialmente italianos y franceses y gran parte de la mano de obra a nivel técnico la tienen ciudadanos colombianos.
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