Indiscutiblemente, el transporte del Motoconcho, se ha convertido en una grave situación que pone en peligro la vida de los seres humanos.
En el diario vivir de estos volantes, que recurren a este tipo de servicios para "buscársela como sea", se colocan al margen de la Ley, sin importar nada, con la finalidad de a través de este "trabajo", conseguir algunos "chavitos" que le puedan ofrecer por sus servicios prestados.
Como se ve en la foto, esta doña, con su niña al lado y un bulto del otro lado, sin saber el enorme peligro que le acecha, se monta como pasajera, y oronda va en la cola del motor, ante un volante sin casco y exhibir su placa correspondiente.
Esta escena típica en nuestra sociedad y que se convierte en el pan nuestro de cada día es vista de manera indiferente por las autoridades que no se ocupan de vigilar casos como estos.
La intrepidez de estos conductores que a lo mejor no han recibido ningún tipo de instrucción y de donde vienen, deberá algún día tener un doliente que frene este tipo de situación.
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