Reggie Charles apostó y perdió, Tony Adames gana apuesta














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Que no vuelva a repetirse

En el día de ayer, vimos un show de mal gusto por la televisión local, en el populoso programa Tony Con el Pueblo donde participó nuestro estelar jugador de baloncesto Reggie Charles.

El productor del espacio, el colega Tony Adames, le ofertó una apuesta sobre la participación de Charles en el juego de anoche frente a las Panteras del Distrito Nacional en partido celebrado en el polideportivo Eleoncio Mercedes que a la postre resultó ganancioso el conjunto visitante.

El tema de este comentario, es la apuesta en público que aceptó Reggie a Tony sobre una cantidad de puntos que encestaría en el partido y unos rebotees y asistencias. “Reyito” aceptó forzosamente la misma con resultados de que tendrá que pagar a Tony la suma acordada, ya que no pudo pasar de 21 puntos, sobre los 30 exigidos y para desgracia el equipo Los Cañeros no ganó.

Que haya ganado o perdido no es la situación presentada, sino el asunto de aceptar apuestas de manera publica, aunque sea para beneplácito del público televidente, creo que esta situación no debe repetirse, pues esta situación rompería el esquema de juego que presente el dirigente del conjunto y desvirtuaría por completo el esquema de juego ordenado, pues en su afán de cumplir con su promesa, no le daría la oportunidad a otros compañeros a realizar su trabajo como hasta ahora ha venido sucediendo donde el equipo ha tenido una buena serie regular a base de jugar en conjunto.

Ojala que los directivos del equipo no sigan aceptando este tipo de interés económico y no permitan que sus jugadores públicamente por lo menos, estén aceptando apostar de cómo le irá en un partido determinado.

Por más buenas intenciones que tenga el productor del espacio como cualquier jugador, no debe realizarse este tipo de show si se quiere publicitario, para evitar situaciones que recuerden a favor o en contra el caso de Pete Rose en el béisbol de las grandes ligas, suspendido de ingresar al salón de la fama por comprobarse estaba en los líos de las apuestas con su equipo los Rojos del Cincinati.

Esta situación vista, podría manifestarse como un precedente en la historia del deporte romanense que no debería ocurrir bajo ninguna circunstancia.

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