Por Julio Perelló/Opinión Itinerante.
La Romana, RD.-El doctor Enrique Martínez y los prominentes funcionarios y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana de esta provincia, tienen la obligación moral de aclarar a la población las declaraciones del rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctor Franklin Garcia de que en la visita que le giraron a sus oficinas no hubo ningún tipo de acuerdos para el establecimiento de una extensión de ese centro de estudios en esta ciudad.
Esta situación está siendo muy bien aprovechada por el sujeto, cuyos sueños es
convertirse en rector magnífico de la extensión de esa alta casa de estudios, como parte de su fijación ególatra en acaparar todo y ser el centro de todo.
Bajo ningún concepto, tanto el doctor Martínez, como el gobernador provincial, la senadora, los diputados, sindicos y regidores, no pueden permitir que la palabra empeñada sea puesta en los caminos de los desmentidos, ni por el rector de UASD ni por el farsante que se arropa en la sábana de la bondad para su comunidad.
El doctor Enrique Martínez o cualquier otro personaje, debe de manera rauda y veloz darle las informaciones debidas, ante que el silencio sea quien dé la razón a quienes apuestan a torcer el curso de la historia de nuestra provincia en distintos aspectos de la cotidianidad..
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